Las redes sociales no son malas ni buenas en sí mismas, somos nosotros las que las haremos buenas o malas dependiendo del uso que les demos. Como cualquier otra herramienta, tienen muchísimas ventajas y muchísimos inconvenientes. Las primeras suelen estar relacionadas con la capacidad de relacionarse y de informarse; los inconvenientes, con la adicción y la deshumanización de la comunicación, facilitando el engaño, la mentira y la falta de respeto tras la máscara del anonimato.
Existen foros de debate y opinión y, cuando hay muchos usuarios hablando sobre un tema particular, ese tema se convierte, mediante los algoritmos que sustentan el funcionamiento de dichas redes, en lo que se conoce como “trending topic” o “tendencia”.
Un tema que frecuentemente se convierte en tendencia en Twitter es el aborto, bien sea por las leyes respetuosas con la vida humana que van aprobando en Estados Unidos, o por los intentos de aprobar leyes en sentido contrario en distintos países tanto de Centroamérica como de América del Sur. En España con menos frecuencia, pero también, al hilo de declaraciones políticas al respecto.
Pues bien, en el terreno virtual son más las opiniones proabortistas. Por eso es tan necesario que tú, que defiendes la vida humana, que ves una tremenda injusticia en el hecho de que un inocente deba morir porque a unos adultos les apetece, digas tu opinión. Por eso eres indispensable. No te lo guardes para ti, dilo, publícalo, no tengas miedo a la hora de defender nítida y públicamente las causas en las que crees. Porque el mundo tiene derecho a escucharte. Y lo está deseando.
Ahora que vas a ponerte a ello, a hablar por todos esos bebés que nunca han podido hacerlo, permíteme que ponga a tu disposición algo más de información útil. La mayoría de “ideas” del argumentario proabortista que te encontrarás delante se pueden resumir en las siguientes: “es mi cuerpo, yo decido”, “los hombres no pueden opinar”, “oponerse al aborto es un retroceso, es fanatismo religioso”, “sobre los niños que mueren de hambre no dices nada”, “no hay que obligar a las mujeres a tener hijos” y “el cigoto/feto/embrión es un conjunto de células, no es vida humana”.
Frente a esto, es fácil contrarrestar educadamente con argumentos de sentido común, del tipo “sobre tu cuerpo decide si quieres, pero sobre el cuerpo del hijo que decida el hijo”, “todos los hijos tienen padre, además, ni las mujeres por ser mujeres, ni nadie, tienen legitimidad para decidir sobre la vida o la muerte de otro humano inocente”, “oponerse al aborto es querer avanzar hacia una sociedad respetuosa con la vida y dignidad humanas, y nada tiene que ver con religión o política”, “sobre el rechazo a la muerte de los niños nacidos hay consenso, sin embargo no sobre la de los no nacidos, por muy inhumano que resulte”, “no hay que obligar a nadie a nada, tampoco a un bebé inocente a morir”, “todos somos conjuntos de células humanas en desarrollo desde la concepción hasta la muerte”, etc.
Recuerda tener y mostrar respeto por la persona siempre, incluso por la persona que te insulte. Debatir ideas es bueno, pero no respetar a la persona no. Separemos siempre el concepto de persona del de ideas u opiniones, puesto que lo contrario sería no respetar la dignidad inviolable de cada ser humano, y eso no sería coherente con alguien que dice defender la vida.
Mostremos al mundo que somos la #GeneraciónProvida.
Javier Rodríguez
Director del Foro de la Familia