Sea cortina de humo o no, lo cierto es que el debate sobre el papel de los poderes públicos y el papel de las familias en el ámbito de la enseñanza ha evidenciado que aún tenemos en España terreno por delante para avanzar en lo que a garantizar las libertades implicadas en el derecho a la educación se refiere.
Vaya por delante que herramientas como el Pin Parental, el consentimiento expreso, o cualesquiera otras encaminadas a resolver conflictos que afectan a libertades fundamentales garantizadas por la Constitución, no tendrían razón de ser en un sistema educativo ideal, construido sobre el objetivo de la máxima calidad y el acceso efectivo a la educación y sobre la premisa del respeto y promoción de los derechos y libertades de toda la denominada “comunidad educativa” (centros docentes, profesorado, alumnos y familias).
Lamentablemente, en la práctica no es así, tal y como queda de manifiesto en la postura que rechaza que los padres podamos ejercer nuestra responsabilidad y derecho para educar a nuestros hijos conforme a nuestros principios y valores, respetando siempre la libertad de los demás y sin ánimo de imponer esas cuestiones del ámbito de la moralidad al resto.
No está sucediendo así en numerosos ejemplos que, bien desde las propias Administraciones autonómicas, bien desde agentes externos al claustro de profesores que imparten charlas o talleres, sí adoptan puntos de vista concretos sobre materias que pueden afectar a esos principios y valores y, además, no toleran que las familias puedan decidir sobre la asistencia o no de sus hijos a dichas actividades (no confundir con censurarlas) que pueden suponer un ataque a libertades fundamentales.
Por poner tres ejemplos donde se adoptan e imponen puntos de vista determinados sobre cuestiones que pueden o no ser compartidas y pueden entrar en el terreno de la moralidad:
1 – SKOLAE, Navarra: “La estructura social actual niega a las mujeres la ciudadanía plena”, “causas de violencia en adolescentes: la construcción del amor romántico”, “enseñar la satisfacción y disfrute sexual en solitario”, “la escuela debe impulsar una educación afectivo-sexual basada en la atracción”, “contrarrestar las conductas de supremacía aprendidas en los chicos”.
2- PLAN DE IGUALDAD DE GÉNERO EN EDUCACIÓN, Junta de Andalucía: “La asignatura Cambios Sociales y Género será de oferta obligatoria en 1º, 2º y 3º de E.S.O.”. Entre los contenidos de dicha asignatura se encuentran los siguientes: “patriarcado y androcentrismo”, “la izquierda y las reivindicaciones feministas”, “el feminismo como proyecto ético-político”, “sistema sexo-género: las mujeres como colectivo que sufre discriminación”.
3- GUIÓN PARA CHARLAS EN INSTITUTOS, COGAM: “Ejemplos de homofobia: hablar de personajes históricos sin mencionar su orientación sexual”. “Personajes como Federico García Lorca (asesinado en la Guerra Civil por rojo y por maricón)”. “La única diferencia en el desarrollo de hijos criados por parejas homosexuales y criados por parejas heterosexuales, es que los hijos de homosexuales son más tolerantes”. “Curiosidad ante el sexo anal: división entre quienes desean penetrar y quienes desean ser penetrados”. “La promiscuidad no tiene por qué tener connotaciones peyorativas, sólo están realizando sus deseos”. “Decir que los actos homosexuales no son reproductivos es falso, es una cuestión ideológica”.
Como vemos, no se trata del qué (Igualdad, Respeto, Tolerancia, etc.), sino del cómo (a través de puntos de vista concretos que afectan a principios y valores y pueden no ser compartidos).
Seguiremos hablando bien de las cosas buenas, y rechazando cualquier intento de imposición que atente contra las libertades fundamentales y contra el principio de neutralidad ideológica que rige la actuación de las administraciones públicas.
Javier Rodríguez
Director General del Foro de la Familia