El presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, ha denunciado que el Gobierno de Pedro Sánchez «criminaliza a las familias» con el Real Decreto-Ley 9/2018 publicado en el BOE el pasado 3 de agosto y lamentó que, en sus prisas por apuntarse tantos ideológicos, «el Ejecutivo intente pasar por encima de la Constitución en forma y fondo, provocando de facto que sus medidas para agilizar la lucha contra la violencia contra la mujer se paralicen por la multitud de juicios que van a traer».
Con esta iniciativa, «Pedro Sánchez vuelve a sacar su lado más totalitario, al tratar de imponer, a toda velocidad, vía decretazo y a escondidas de la ciudadanía, unas medidas que criminalizan a la mitad de la población por el mero hecho de serhombres, debilitan la patria potestad, convertirán la vida familiar en un juicio continuo, además de vulnerar de forma y fondo la Constitución y derechos fundamentales«.
Desde el Foro de la Familia, «lamentamos que la Ideología y el postureo, las prisas por posicionarse como referente de la izquierda de cara a las elecciones con el poco tiempo de que dispone este Gobierno les cieguen hasta el punto de desaprovechar el consenso logrado en cuanto a Violencia contra la mujer con undecretazo que pasará inmediatamente a los tribunales al vulnerar la Constitución, la presunción de inocencia, la tutela judicial efectiva, el derecho al honor, laseguridad jurídica y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos«.
García-Juliá resaltó que, en la necesaria lucha contra esta lacra, «la familia es fundamental, no el enemigo a batir. Es necesario buscar medidas que refuercen a las familias, a que los padres pasen tiempo con sus hijos y puedan ejercer su patria potestad, no arrebatársela y fomentar educación en diálogo y respetocomo solución de conflictos».
«Seguimos intentando paliar las consecuencias sin poner el foco en el origen, que es donde se pueden y deben solucionar las cosas. El relativismo y las ocurrencias no son una base sobre la que sustentar ninguna política eficaz, ni sirven como base para la educación de los hijos. Si todo vale porque todo es relativo, las líneas entre el bien y el mal se vuelven difusas«.