Para el Foro de la Familia, igual que para tantas familias, 2021 comenzó lleno de enigmas por descifrar, de montañas a escalar. Gracias sin duda a la firme voluntad de todo el equipo, a vuestro apoyo y confianza dignos de elogio y al trabajo bien hecho no de cara a la galería, sino de cara a la propia conciencia, a medida que el año fue avanzando, los enigmas se fueron descifrando y las montañas se fueron coronando.
Las restricciones por COVID seguían ahí, haciendo literalmente imposible cualquier atisbo de proyecto presencial. Los ingresos habituales seguían (y siguen) en el limbo de la Administración. El Gobierno prometía atacar fuerte los pilares de nuestra sociedad: la enseñanza primero (Ley Celaá), la dignidad de los enfermos después (Ley de eutanasia) y, por último, el valor de la vida de los seres humanos por nacer (imposición de un delito ad ahoc para quien quiera ayudar a las madres embarazadas sin recursos).
Pero, como decía, este panorama de la España de 2021 no hizo que el Foro bajase los brazos, ni mucho menos, sino más bien que se arremangase y afrontase con entereza y buena cara cada una de las embestidas.
En el año pasado, el Foro ha llevado a Europa la problemática interna del ámbito de la enseñanza, consiguiendo apoyos de grupos enteros de eurodiputados mostrando públicamente su adhesión a un manifiesto por los derechos y libertades de los padres, además de una movilización telemática de miles de personas enviando cartas personales a todos y cada uno de los eurodiputados.
También se ha adaptado a las circunstancias derivadas de las restricciones por la pandemia, transformando las conferencias presenciales en sesiones abiertas virtuales, multiplicando por más de diez la audiencia de las mismas, a través del exitoso proyecto de los Family Talks, mediante el cual el Foro ha seguido hablando bien de las cosas buenas, con razón razonada y con argumentos de peso: aborto, transhumanismo, trata de mujeres, crisis cultural, soluciones a conflictos familiares… Hemos seguido siendo referente en las líneas de actuación que nos definen.
El trabajo en equipo ha sido fundamental, siendo el 2021 el año donde más cohesión entre entidades con fines similares ha existido, fundamentalmente a través de la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad, cuyas dos citas abiertas han contado con la participación y colaboración de más de 300 organizaciones, al amparo de una organización de la que el Foro, por supuesto, ha sido parte importante.
En el pasado año, también se han materializado, por fin, dos grandes victorias, fruto del esfuerzo y el excepcional trabajo de colaboradores y el equipo a los mandos: la sentencia del TS dando la razón al Foro acerca de la subvención retirada por motivos ideológicos del Gobierno (sentencia firme que, sin embargo, sigue sin ejecutarse) y el cobro de los gastos ocasionados por la consecución de la ILP de ayuda a la mujer embarazada hace más de diez años, a cargo de la Comunidad de Madrid y cuyo destino ha sido obviamente el de la Comisión Promotora de aquella Iniciativa Legislativa Popular. Era un tema de Justicia. Y, desde esta tribuna, quiero destacar varios nombres propios que lo han hecho posible: Luis Peral, Benigno Blanco, Pedro García Rico, Raúl García, Ignacio García-Juliá y Manuel Ruiz.
Hemos seguido influyendo en eso que llaman «opinión pública», porque nos hemos negado a que sólo se diese voz a las correas de transmisión del Ejecutivo, a través de campañas de comunicación con notable repercusión, como las que lanzamos con motivo del Día de la Mujer (#8MSINIDEOLOGÍA), del Día de la Familia (#FUERADEMICASA), del Día de Síndrome de Down (#DEJANOSNACER) y de la reforma del CP para perseguir a los provida (#AYUDARNOESDELITO), entre otras.
Hemos seguido afianzando alianzas internacionales, con participación activa como miembro observador de FAFCE en múltiples reuniones, como parte de la estructura de One Of Us en Europa y como participantes en el Foro Europeo por la Vida.
Pero, como siempre, lo mejor lo he dejado para el final. 2021, ese año que comenzaba tal y como reflejaba en las primeras líneas de esta carta, ha sido, sin embargo, el año en el que España ha vuelto a salir a la calle para defender el sentido común. Me refiero a la concentración Cada Vida Importa del pasado 28 de noviembre. Coordinada por el Foro de la Familia y organizada en conjunto (y de forma digna de encomiar) por el propio Foro, +Vida, Provida España y Rescatadores, dicha plataforma ha aunado a decenas de miles de personas en las calles de Madrid en un acto lleno de Vida, de alegría, de respeto, de ganas de otro presente y futuro anclado en la razón de ser de las cosas importantes.
El 2022 tendrá sus propios retos y dificultades pero, lo que tenemos claro, es que donde otros ven motivos para la desesperanza, el Foro ve oportunidades de crecimiento, ve razones para la Esperanza».
Javier Rodriguez
Director del Foro Español de la Familia.