Un año más ponemos a disposición de nuestros socios, colaboradores y amigos esta memoria de actividades que hemos desarrollado con toda la ilusión. Con pocos medios, cierto, pero con una actitud de seguir adelante impulsando las políticas familiares y denunciando, una vez más, el atropello que sufren las familias por parte de unas autoridades que no solo no la valoran, sino que hacen bandera de su desestructuración, abandono y en muchos casos, su destrucción.
El año ha sido difícil, una vez más. Después de haber salido de una pandemia que nos tuvo en un puño, preocupados por nuestros familiares, especialmente los mayores, arrancamos el año con la tramitación de otra ley para eliminarlos, por si no hubieran sufrido bastante. En lugar del calor y el cariño que necesitaban, les «obsequian» con una ley de eutanasia que llenará de congoja a los enfermos y destruirá la confianza médico-paciente.
Parece como si la agenda anti familia se hubiera acelerado. Seguramente con la idea de que los cambios serán irreversibles y la gente se acomodará a la nueva ley sin más comentarios y sin más lucha.
En nuestras manos está el que esto no sea así. Uno a uno, persona a persona, familia a familia, debemos seguir denunciando que el enfermo necesita cuidados y si llega el caso, paliativos. No necesita que le eliminen como a un deshecho improductivo.
Si no damos la batalla ahora, ¿cuándo? Si no la damos nosotros, ¿quién?
Aunque parezca que la situación nos desborda y que los frentes son muchos, tened la seguridad de que podremos abarcarlos todos. Solo es necesario que cada uno dé un paso al frente y sienta como suyos los problemas de las demás familias, sobre todo de aquellas más necesitadas de ayuda.
Es el momento de permanecer unidos en torno a las asociaciones familiares. Cada uno solo puede hacer muy poco, pero todos unidos tendremos la fuerza suficiente para revertir las leyes en un futuro, esperamos, muy próximo.
Así lo deseamos y así lo esperamos.
Ignacio García Juliá
Presidente del Foro Español de la Familia