España se muere y la natalidad cae al nivel de 1941, los abortos siguen creciendo.
Mientras tres de cada cuatro españolas desea tener dos o más hijos (datos INE diciembre 2018), los abortos siguen creciendo en España. Uno de cada 5 embarazos acaba en aborto provocado. Que no vamos por el buen camino es evidente, pero sigue sin haber voluntad política para ayudar a la mujer embarazada (X aniversario ILPs, por ejemplo).
Los datos muestran una realidad innegable: los métodos anticonceptivos no son la solución (la gran mayoría de las madres que han abortado los utilizan) y los abortos no se producen por situaciones de riesgo para la vida de la madre o del bebé (el 90% de los abortos ha sido por libre deseo).
No se trata, pues, de potenciar los anticonceptivos (los datos demuestran que poner fin a la vida del bebé se contempla como un método anticonceptivo), sino de ponerse de una vez por todas del lado de la mujer embarazada, del bebé por nacer, de la España que se muere, de la educación en valores como el compromiso y la responsabilidad y de poner al servicio de la vida todo lo que se está poniendo al servicio de la muerte.