El director general del Foro de la Familia, Javier Rodríguez, expresó su decepción por las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, durante su comparecencia en la Comisión de esta materia en el Congreso de los Diputados, puesto que «insiste en una idea de educación totalitaria, presa del Gobierno, y sin respetar los valores y creencias de todos los ciudadanos, tratando de controlar las conciencias desde las aulas».
Uno de los motivos que ha utilizado durante su comparencia es la utilización óptima de los recursos públicos que se destinan a esta partida. «Sin embargo», analiza Rodríguez, «los datos avalan que los centros concertados suponen un importante ahorro al Estado (50% por aula) y son colaboradores necesarios e insustituibles para permitir al Gobierno cumplir con su mandato constitucional».
«La ministra habla de una escuela inclusiva, de una escuela como ascensor, que opte por la excelencia y ofrezca a todos los ciudadanos llegar a donde se propongan. Totalmente de acuerdo. Pero en esa ‘inclusión’ deben tenerse en cuenta los valores y creencias de las familias. Imponiendo un modelo educativo exclusivo, apartando a los colaboradores leales que hacen posible estos objetivos, se consigue ‘homogeneización’, no inclusión».
Desde el Foro de la Familia «vemos el diálogo que ha anunciado la ministra como algo necesario, y le pedimos que sea un diálogo real, de escuchar a la otra parte y donde se busque el beneficio de los ciudadanos, no la imposición de ideologías y prejuicios».